CRONICA DEL CONCIERTO "LAS SIETE PALABRAS DE JESÚS EN LA CRUZ"

Con una sobrecogedora ambientación, nuestra Hermandad organizaba el concierto "Las Siete Palabras de Jesús en la Cruz" en el incomparable marco de la Parroquia de San Mateo donde el Cristo del Silencio, sobre su peana, fue situado justamente en el centro del presbiterio. La iluminación que proporcionaban sendos focos, ofrecían a los asistentes una estampa impactante con las sombras de nuestro Titular estampadas en las dos columnas del Altar Mayor mientras el templo se mantenía casi en penumbra.

En los meses previos, el Coro de Cámara de nuestra ciudad "Elí Hoshaná", había manifestado su enorme interés de celebrar este concierto que organizó nuestra Cofradía como uno de los actos culminantes de cuantos se han organizado con motivo del Jubileo Extraordinario de la Misericordia.

Una vez fijada la fecha mas adecuada, solo quedaba esperar que la imagen del Cristo y las voces del Coro hicieran el resto creando una atmósfera mística, espiritual y que invitó en todo momento a la oración y al recogimiento.

El concierto comenzó a las 9 de la noche con una Parroquia que presentaba un lleno casi completo. Inició el acto el Hermano Mayor,  D. Jesús Rodríguez, quien realizó una introducción sobre la importancia de la Misericordia, para posteriormente adentrar a los asistentes en la descripción del concierto y presentación del Coro de Cámara Elí Hoshaná. 

El Coro, cuya labor es digna de elogio por muchísimos e incontables motivos y que está llevando el nombre de Lucena por todo el panorama nacional cosechando, allá donde es reclamado, un abrumador éxito, …nos transportó a los momentos culminantes y sobrecogedores de Jesús en la Cruz a través de sus Siete palabras que fueron acompañadas de una cuidada selección de poemas de Lope de Vega, Pedro Casaldáliga Plá, fragmentos del Salmo 51 de la Biblia, e incluso un soneto anónimo ilustrados por obras de la polifonía sacra de compositores como T.L. Victoria, T. Tallis, P.Lukowieck, M. Debski, A. Lotti,  o el Miserere Mei Deus musicalizado en el año 1.638 por Gregorio Allegri. Un concierto que se inició con la interpretación del Himno Oficial de la Misericordia de Inwood, que junto a la poesía y resto de obras musicales, constituyó un argumento y estructura de concierto que invitó a la meditación y al recogimiento en las horas más conmovedoras de la Pasión de Cristo.

La voz de Jesús se escuchó a menudo tanto en los textos recitados, como en la interpretación de las diversas obras. Al igual que en otros proyectos anteriores del Coro, para la elección y declamación de los poemas se contó con la colaboración especial de Antonio Suárez Cabello. De una dilatada vida vinculada al mundo de la cultura, fue el encargado de la selección de los textos dramáticos y de su estructura.  Acompañándolo en la narración, Dª María Luisa García Encinas, que colaboró también en este maravilloso concierto y a la que agradecemos profundamente su valiosa contribución.

Después de la declamación, el canto polifónico cobró el protagonismo con una selección de piezas musicales realizadas por el Coro de Cámara que sirvieron para dar sentido a cada una de las Palabras de Jesús en la Cruz  y crear, en cada momento, el espíritu místico de nuestro recorrido por la Pasión y Muerte de Jesús.

El concierto, que tras lo mencionado fue sin duda una autentica oración, fue posible gracias a la enorme ilusión y determinación del propio Coro Elí Hoshaná que siempre transmitió a esta Cofradía su perseverancia para hacerlo realidad junto al Santísimo Cristo de la Salud y Misericordia, siendo, para la Cofradía y Hermandad de la que es Titular, uno de los eventos culminantes de cuantos actos se han venido celebrando en el seno de nuestra Hermandad en conmemoración del Jubileo Extraordinario de la Misericordia.

Desde la Cofradía y Hermandad de Tambores Enlutados del Santísimo Cristo de la Salud y Misericordia, queremos hacer público nuestro más profundo agradecimiento al Coro y sus colaboradores por su esfuerzo y desbordante interés para que pudiéramos disfrutar y emocionarnos con una obra que nos dejó a todos los asistentes, precisamente, sin palabras.